2. ¿Puede silenciarse que el mismo Juárez tuvo que agradecer el apoyo yanqui durante la llamada guerra de Reforma (1858-60) contra los conservadores y la iglesia y firmar con ellos el llamado Tratado Mc Lane -Ocampo de 1859 que otorgaba privilegios al gobierno yanqui cuyo cobro quedó pendiente en la historia? ¿Puede por otro lado olvidarse que la misma dictadura de Porfirio Díaz despojó a indígenas de tierras comunales -siguiendo las mismas leyes juaristas de Reforma, las de desamortización y nacionalización- que dieron paso al terrible latifundismo porfiriano que privilegio a terratenientes extranjeros, entre ellos yanquis? Hasta aquí me he referido al siglo XIX recordando, a vuelo de pájaro, sólo sucesos muy conocidos sin olvidar otros como la solicitud al gobierno gringo de los hacendados yucatecos para que ingresen a México para asesinar indígenas rebeldes de la llamada guerra de Castas.
3. ¿Se olvida que los yanquis ayudaron a derrocar a Díaz porque éste impulsaba capitales europeos para evitar el dominio total de los Estados Unidos? Después, ya nadie puede olvidar los sucesos de la llamada Decena Trágica (del 9 al 19 de febrero de 1913) cuando el embajador de los Estados Unidos organizó el derrocamiento del presidente y vicepresidente de México y su asesinato posterior. ¿Podría silenciarse que durante dos años (de 1914 a 1916) barcos de guerra yanquis intimidaron desde aguas veracruzanas a México para que la futura Constitución política de 1917 no tocara intereses yanquis en México? ¿Y todas las presiones yanquis exigiendo la renuncia de Carranza a la Presidencia, así como los llamados Tratados de Bucareli y de Huerta-Lamont (1923) para obligar a Obregón a hacer concesiones sobre propiedades del subsuelo a cambio de que sea reconocido por el gobierno estadounidense?
4. De 1926 a 1929 la gran guerra civil cristera sacudió a México porque la iglesia no estaba de acuerdo con la Constitución, a la que acusaba de persecutoria. Fue una guerra terrible en la que murieron muchos miles de indígenas levantados contra el gobierno provocador de Calles pero también manipulados por el clero y la derecha nacional. Los Estados Unidos no dejaron de operar haciéndose pasar de imparciales cuando armaban a los dos bandos. El embajador yanqui se movía como pez en el agua y luego apareció como el concertador de la paz en 1929. ¿Puede olvidarse que la entrada de México a la guerra en 1941 respondió a requerimientos yanquis que también ese año, después de armar a “aliados” y alemanes, se lanzaron para destruir al enemigo, pero sobre todo para intimidar al mundo con las bombas atómicas arrojadas en Hiroshima y Nagazaki sin ninguna necesidad?
5. Terminada la gran guerra (1939-45), al siguiente año asumió el gobierno de México Miguel Alemán, convirtiéndose en el sexenio más entregado a los planes imperialistas de los Estados Unidos. Alemán fue el primer gobierno de México hecho al modelo yanqui y fue el que se encargó de abrir de par en par las puertas de México a las necesidades de los gringos. Fue tan grande el entreguismo que en su sexenio (1946-52) las películas, la radio y la TV (que apenas nacía), tenían como contenido películas, música, publicidad, inversiones, etcétera, con las que se reafirmó el modelo de vida de los Estados Unidos. De tal manera que cuando López Mateos asumió el gobierno (1958-64) quisieron obligarlo a condenar la revolución cubana y a romper relaciones con ella, tal como lo hicieron todos los países de América; el presidente demostró dignidad y ese acto le dio mucho prestigio internacional. Luego fue un Echeverría Álvarez y un poco López Portillo.
6. Pero la política del país y su dependencia respecto a los Estados Unidos se hace ya total a partir de 1982 con la implantación del neoliberalismo y la privatización abierta. Los gobiernos del PRI (De la Madrid, Salinas y Zedillo) y los del PAN (Fox y Calderón) gobernaron sus sexenios como agentes yanquis en la Presidencia. En 1982 los yanquis, por medio del Fondo Monetario Internacional -ante la profunda crisis económica de México provocada esencialmente por el desplome de los precios del petróleo- le impusieron al país una llamada “Carta de Intención” donde lo obligaban a obedecer una serie de lineamientos privatizadores, de suspensión de inversión social y de venta de las empresas estatales con el fin de que el Estado se “adelgacé” vendiendo todo a los capitalistas privados. Al gobierno mexicano sólo le ha quedado obedecer todas las indicaciones del gobierno yanqui recibiendo un presupuesto totalmente atado.
7. Como podrá verse en esta relación esquemática y muy general de intervenciones yanquis que desde 1821 ha sufrido México. No ha existido ni un solo gobierno que se plante frente a los yanquis para exigir respeto a la soberanía e independencia del país. Algunos presidentes como Cárdenas, López Mateos, Echeverría y López Portillo salieron con discursos independistas y de apoyo -aunque fuera tibios- a luchas antiimperialistas de los pueblos; pero desde el embajador Joel Poinsett hasta el actual Carlos Pascual no han dejado de intervenir en México pensando en que son el otro gobierno de la nación. Así como hace unos días los yanquis introdujeron dos mil armas a México y el día de ayer 13 de marzo el embajador yanqui se trasladó a Ciudad Juárez para ordenar a militares mexicanos y yanquis lo que debían de hacer. El gobierno de Calderón apareció como inexistente. ¿Quién manda en México?.
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