Lennin.

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lunes, 28 de febrero de 2011

España: "Plan de reforzamiento del sector financiero".



El pasado 18 de febrero, el gobierno Zapatero aprobó mediante Real Decreto Ley su "Plan de reforzamiento del Sector Financiero". El objetivo oficialmente declarado de este plan es "reforzar la solvencia de las entidades de crédito" y "favorecer la canalización del crédito hacia la economía real".

¿A quién se le podría ocurrir poner en discusión estos dos objetivos, aparentemente tan nobles y necesarios de cumplir en la coyuntura actual? El objetivo real del plan, sin embargo, no es otro que el de imponer a las Cajas de Ahorro unas condiciones de capitalización mucho más exigentes que a la banca comercial, presionarlas para que no tengan más remedio que "bancarizarse" y acudir a los mercados de capital privado, si quieren sobrevivir. Es decir, es un plan para privatizar a ritmo acelerado las Cajas de Ahorro en España, que representan casi la mitad del sector crediticio del país y controlan importantes participaciones en el capital de las principales empresas españolas.
Todo ello justificado, una vez más, por la necesidad de saciar lo más presto posible la voracidad de los dioses de los mercados financieros internacionales y recuperar su confianza, sin la cual -al parecer- solo los locos pueden imaginarse un mundo en el cual continuar viviendo. Pues bien; veamos al menos cómo han respondido los "dioses" ante esta nueva ofrenda "socialista" del gobierno Zapatero.
Lo más divertido es que parece que en la semana posterior al Real Decreto Ley, los mercados financieros apenas se han percatado de la existencia de este nuevo plan de recapitalización. La prima de riesgo de la deuda española ha continuado su deriva alcista, acompañando en este trayecto a la deuda de los otros países "periféricos", y las acciones de los bancos españoles han continuado cayendo junto con el índice general del Ibex desde el 18 de febrero.
Es cierto que los "dioses" han estado ocupados esta semana con temas más importantes, como el impacto de la carnicería libia sobre el suministro de petróleo, y es verdad que la incertidumbre en los mercados energéticos ha arrastrado de manera negativa tanto a los mercados españoles como a los internacionales. Aun así, no deja de sorprender la poquísima tinta que los analistas de los bancos de inversión internacionales han dedicado a evaluar el plan español. Los que lo han hecho, han criticado por lo general las pequeñas "concesiones" a las Cajas que supuestamente contiene el plan, tanto en lo que respecta a los plazos previstos para su aplicación, como len lo tocante a la supuesta indefinición respecto de si ciertos tipos de pasivos contarán como capital principal o no. Y han criticado como demasiado "optimista" la estimación de la ministra de economía Salgado de que el gobierno deberá inyectar "como mucho" 20.000 millones de euros (el 3% del PIB) para llevar a cabo su plan de recapitalización de las Cajas.
Ante tamañna discplicencia de los "dioses", el gobernador del Banco de España ha decidido por lo pronto tomar la iniciativa e irse de "viaje de promoción comercial" a la City de Londres (el Olimpo, como es harto conocido, de los dii majorum gentium), para explicar a los inversores internacionales las fabulosas oportunidades abiertas a la compra de activos de las Cajas españolas que el gobierno pondrá a su disposición en breve, a medida que el plan vaya forzando quieras que no a las Cajas a acudir al mercado de capital privado.
Un plan para privatizar las Cajas
Pero adentrémonos en los detalles del "Plan". No escatima nunca esfuerzos el gobierno en la propaganda por explicarnos que se trata de un plan diseñado tanto para la banca comercial como para las Cajas, que no busca sino el robustecimiento del sector financiero en su conjunto.
El punto principal del plan es la exigencia de un nivel de capital principal superior al establecido hasta la fecha para todas las entidades crediticias. Ese nivel se fija en el 8% de los activos ponderados por riesgo.
Sin embargo, este requerimiento asciende hasta el 10% para aquellas entidades que no hayan colocado al menos el 20% de sus títulos entre terceros y que superen el 20% de financiación mayorista.
Estas condiciones están diseñadas básicamente para asegurarse de que sean las Cajas, y no los bancos comerciales, las que se vean obligadas a cumplir con el requerimiento más exigente del 10% de capital. A menos que, claro esta, acudan a captar capital privado para cumplir con la condición de haber "colocado al menos el 20% de sus títulos entre terceros". Por lo tanto, no es cierto que el plan imponga un mismo trato a Cajas y bancos comerciales. Mas bien el plan exige a las Cajas un esfuerzo totalmente desproporcionado en relación a los bancos, a fin de presionarlas para que se conviertan en bancos privados.
En la actualidad casi todas las Cajas podrían cumplir con la exigencia de una ratio de capital principal del 8%, con algunas excepciones notables, como el SIP liderado por Caja Madrid-Bancaja (7%), Catalunya Caixa (6.3%) o Unnim (6.4%). Pero la mayoría no cumplen con el 10%. Ninguno de los seis principales bancos comerciales del país (Santander, BBVA, Banco Popular, Bankinter y Banesto) cumplen tampoco con el 10%, pero a ellos no se les exigiría porque ya son entidades formadas por capital privado y todos, menos Bankinter, tienen ya una ratio de capital principal de más del 8%.
Todos estos nuevos requerimientos ¿para cuando? Para el 10 de marzo, es decir, en menos de 15 días hábiles desde la publicación del decreto. ¿Que pasará con todas aquellas entidades que previsiblemente se encontrarán con "dificultades" para cumplir con estas exigencias en 15 días? Pues que tendrán que presentar al Banco de España un "plan-estrategia" para cumplir los requisitos antes del 30 de septiembre. (1)
¿Que pueden hacer las Cajas para cumplir con estos requisitos? Pueden deshacerse en plazo breve de distintos activos para aumentar su ratio de capital existente con respecto a sus activos. Por ejemplo, vendiéndoles sus jugosas carteras de participaciones industriales a los bancos o a los inversores extranjeros. La otra alternativa, obviamente, es intentar captar capital privado a través de recursos de terceros, o la salida a bolsa. Pero ¿qué capital privado va a querer entrar en cantidad suficiente en las Cajas en un plazo tan breve, con tantas incertidumbres sobre lo que son ahora exactamente las Cajas tras el reciente megaproceso de fusiones y reestructuraciones que ha reducido el sector de 45 a 17 grupos en menos de un año? Si todas las cajas se ven forzadas a acudir al mercado a captar capital privado al mismo tiempo, cuando las condiciones del mercado son todavía inciertas, difícilmente se puede esperar que sean capaces de captar el capital necesario en tan poco tiempo, y menos a un precio que se ajuste minimamente al valor económico real de las entidades.
Si, como es previsible por todas estas razones, una gran cantidad de Cajas no fuesen todavía capaces de cumplir con los nuevos requisitos para el 30 de septiembre, tampoco pasaría nada según al plan de "robustecimiento". El Estado, mediante el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), entrará en el capital social de las Cajas para reforzar su capital hasta los niveles requeridos. (2)
¿Cómo? ¿Una nacionalización de las Cajas a través del FROB? ¿A ver si va a ser que estos del Gobierno son de verdad socialistas? No, no, tranquilos, replica Salgado. Esto será solo una "nacionalización transitoria" que durará como máximo 5 años, que es el tiempo que se estima necesario para que el Estado imponga una reestructuración radical (reducción de plantilla, venta de activos, "mejora" de su gobierno corporativo, etc.) de las Cajas intervenidas para así hacerlas más atractivas al capital privado y poder sacarlas luego a venta en el mercado.
Además, el decreto explícitamente reserva un trato especial y diferenciado a las Cajas. Si la entidad que interviene el FROB es una Caja, esta "tendrá un plazo de tres meses para el traspaso de la totalidad de su actividad financiera a un banco". Es decir, si el que pide ayuda al Estado es una Caja, el Gobierno la obliga explícitamente a convertirse en banco.
Sobre el criterio de fiabilidad del Banco de España
Pero para entender realmente la filosofía subyacente al decreto del gobierno Zapatero se hace necesario leer también los textos publicados por el gurú ideológico neoliberal del Estado español, conocido a veces también como Banco de España (BdE). En su "Nota sobre evolución y reforma de las Cajas de Ahorros" publicada el 21 de febrero, afirma de manera muy clarificadora:
"Las entidades que coloquen a terceros títulos con derechos políticos, directamente o a través de un banco, se verán sometidas a una mayor vigilancia y seguimiento de los agentes financieros, lo que redundará en mejoras de la gestión. Esa reforma también incorporó elementos específicos encaminados a profesionalizar la gestión de las cajas de ahorros, con una reducción del peso de los cargos de representación pública..."
La sesuda y científica teoría que el BdE parece abrazar a tenor de esta cita se podría reducir a la ecuación siguiente:
capital privado = una mayor vigilancia y seguimiento de los agentes financieros
una mayor vigilancia y seguimiento de los agentes financieros = redundará en mejoras de la gestión
Si uno resuelve este "complejo" sistema de ecuaciones, de acuerdo con el BdE debería obtener la siguiente identidad:
cargos de representación pública controlando las Cajas = clientelismo, mala gestión, corrupción, financiación de burbujas inmobiliarias, etc.


Es una pena que la crisis neoliberal que acaba de devastar las vidas de millones de trabajadores haya demostrado concluyentemente que los mayores casos de corrupción, despilfarro de recursos financieros y mala gestión han sido experimentados por entidades financieras privadas que gozaban de "vigilancia y seguimiento de los agentes financieros" tipo Lehman Brothers, Citibank, todos los bancos Irlandeses, Bear Stearns, Royal Bank of Scotland y un larguisimo etc.
Dicho esto, es cierto que en nuestro país las entidades "públicas" de crédito como las Cajas de Ahorro contribuyeron de manera relativamente más importante que el resto de la banca privada a alimentar la burbuja inmobiliaria. Sin embargo, ello no tiene nada que ver con el hecho de que estas entidades fuesen "públicas", como demuestra el que en la mayoría de los otros países afectados por la crisis fueron entidades privadas, sometida a la "vigilancia y seguimiento de los agentes financieros" las que alimentaron sus respectivas burbujas inmobiliarias y las que luego tuvieron, en muchos casos, que ser nacionalizadas.
El problema real de las Cajas es que, a pesar de ser entes "públicos", no estaban sujetas a un control democrático real de la ciudadanía, sino sometidas al capricho de políticos que, libres de cualquier control democrático, las utilizaban discrecional y banderizamente para financiar las empresas inmobiliarias de sus particulares clientelas empresariales. El otro problema de las Cajas fue que durante el boom económico e inmobiliario español pretendieron competir en el mismo tipo de negocios que la banca privada, cuando se suponía que su función debía de haber sido otra.
La función social original de las Cajas de Ahorro
Quizás no esté de más recordar que, al menos en sus inicios, una de las funciones principales de las Cajas era la de proveer de servicios financieros a aquellos sectores de la sociedad rechazados por la banca privada comercial por considerarlos poco rentables desde el punto de vista económico. La función original de las Cajas era, por ejemplo, proveer de crédito a las familias y las pymes que tenían dificultades en conseguir préstamos de la banca comercial y permitir a las personas que disponían de menores ingresos económicos, que eran también rechazadas por la banca privada, abrir cuentas corrientes y de ahorro.
Sin embargo, durante el boom inmobiliario español las Cajas de Ahorro dedicaron un 20% de su inversión crediticia al crédito promotor, mientras que los seis mayores bancos privados españoles dedicaron a este tipo de crédito solo un 12%. Esta es la principal razón de que el sector de las Cajas se encuentra hoy en una situación mucho más complicada que la de la banca privada española en su conjunto. De acuerdo con los datos del BdE, la ratio actual de préstamos dudosos es del 11,6% para el crédito destinado al sector inmobiliario y constructor, comparado con solo el 2,5% para el sector hipotecario minorista.
Tampoco hay que olvidar que la cajas dedicaban entre el 25-30% de sus beneficios anuales a la llamada "obra social", que consistía en financiar proyectos sociales y culturales. El sector de las Cajas en su conjunto aportaba como media anualmente fondos valorados en más de 2.000 millones de euros a esta "obra social". Dedicar semejante proporción de los beneficios a este tipo de obras es impensable en cualquier entidad privada que tenga que maximizar el reparto de dividendos entre sus accionistas. Por eso una de las primeras victimas de la privatización de las cajas será, sin duda, el pequeño Estado de bienestar paralelo que financiaban.
La nacionalización de las cajas a través del FROB podría haber sido una palanca para imponer el tipo de reestructuración radical-democrática que por fin pusiese a este tipo de entidades financieras al servicio público de los intereses de la ciudadanía y las sometiese a su control y supervisión. Pero incluso podría haberse realizado con objetivos más modestos y haber simplemente reconducido el modelo de negocio de las Cajas hacia la situación previa al boom inmobiliario o hacia lo que nunca deberían de haber dejado de ser, tal como sugería recientemente Antón Costas en un artículo en El País.
En vez de eso, la nacionalización bajo este gobierno diz-que "socialista" ha de considerarse un instrumento más al servicio de los intereses del capital privado, no del interés público, aunque sea financiado con los impuestos de todos.
Nota:
1) El gobierno afirma que el requisito de tener un ratio del 8% esta en línea con los nuevos estándares regulatorios internacionales de Basilea III. Si, solo que los requisitos de Basilea solo entraran en vigor en el 2013. (2) El decreto estipula que el proceso de re-capitalización se podrá prolongar hasta Marzo del 2012 pero solo en casos "excepcionales".

sábado, 26 de febrero de 2011

Pêsame a la familia Reyes Salazar.



A la Familia Reyes Salazar

Con profundo pesar hemos leído la noticia de que fueron encontrados en la gasolinera de Guadalupe Distrito Bravos, en el Valle de Juárez, los cuerpos sin vida de Elías Reyes Salazar, María Magdalena Reyes Salazar y Luisa Ornelas Soto, detenidos desaparecidos el lunes 7 de febrero.

18 días de terror han vivido los familiares que valientemente y a pesar del costo en vidas que han tenido que pagar, siguen luchando, nuestro reconocimiento por esa actitud valiente.

El Estado mexicano niega los actos de desaparición forzada, y culpa a la delincuencia de los hechos, incluso se encontró un mensaje que “explicaba” el motivo del “asesinato”, para deslindar al Estado de los hechos, qué conveniente, si la familia Reyes Salazar no hubiera protestado, si organizaciones y personas solidarias no hubieran ido a plantarse frente a la PGR en Juárez y en la Ciudad de México, es seguro que nunca hubiéramos sabido del paradero real de Elías, María y Luisa, es gracias a esta presión en el ámbito nacional y a la respuesta internacional de, por ejemplo, Amnistía Internacional, que la “delincuencia” aparece los cadáveres y “explica” las causas, al mismo tiempo que exonera al Estado de responsabilidad, muy conveniente, muy a tiempo, la maquinaria funciona, no podemos más que decir que la maquinaria terrorista del Estado ya está funcionando muy bien.

Si olvidáramos las causas que motivaron estos hechos, podríamos pensar y darle la razón al Estado cuando explica que tienen relación con la delincuencia, pero recordemos que la lucha que emprendió la familia Reyes Salazar fue y sigue siendo contra la militarización, contra el Estado-narco-paramilitar que utiliza en todo el territorio nacional a sujetos vestidos de negro, muy bien armados, que cuando detienen personas, ya sean éstas, delincuentes, población civil o luchadores sociales, cerca de retenes militares y policiacos o atravesándolos, se desvanecen en la nada, modus operandi criminal aprendido en Colombia y financiado por los Estados Unidos.

Vaya nuestro más sentido pésame a la familia Reyes Salazar por la pérdida de sus seres queridos, un abrazo fraterno y solidario y el compromiso siempre presente de seguir luchando contra la estrategia criminal del nuevo Estado terrorista mexicano.

Comité Cerezo México

Para dejar algún comentario de pésame
http://www.comitecerezo.org/spip.php?page=post&id_article=854

miércoles, 23 de febrero de 2011

España: A 30 años del F-23, las teorias de un auto-golpe cobran mas fuerza.



Se cumplen 30 años de los sucesos de febrero de 1981 y vuelven a prodigarse los relatos que glosan la grandeza del rey español, salvador de la democracia frente a los golpistas. El ritual del aniversario se renueva y se repite la historieta de buenos y malos convertida en incuestionable. La transición hacía aguas, la economía naufragaba, el pérfido terrorismo y los insaciables nacionalismos «periféricos» ponían en peligro la unidad de España y unos cuantos nostálgicos del franquismo decidieron liquidar la incipiente democracia, pero no lo lograron porque Juan Carlos Borbón les hizo frente e impuso el respeto al estado de derecho.

Ya lo decía la letra

del «Tanguillo del golpe»: «¡Qué nochecita pasamos los españoles, vaya una gracia!/ si el Borbón no lo remedia,/ nos quitan la democracia,/ las huelgas los sindicatos y hasta la Constitución.»

Sea con aire de tanguillo, vendido como sesudo trabajo académico o como promocionadísimo best seller de Javier Cercas, el cuento se basa en una historia de canallas extremistas (terroristas y golpistas) y un héroe equilibrado y equilibrador: el rey. Un relato que persigue la identificación social con cierta interpretación de la historia, y, en el fondo, quiere legitimar el modelo de transición y su consecuencia, esto es, el actual régimen constitucional.

Como ha destacado el analista del storytelling Salmon, con estas repeticiones rituales, más allá de contar una historia, se pretenden orientar flujos de emociones, creando y alimentando un mito colectivo. Porque de eso es de lo que estamos hablando, del mito de la modélica transición y, más exactamente, del mito del golpe involucionista reventado por el Borbón.

Un régimen surgido de la transformación «de la ley a la ley» desde una dictadura como la franquista necesita mitos fundacionales que disimulen su pecado original y ha encontrado en los acontecimientos de febrero de 1981 un filón. La versión oficial de aquellos sucesos convierte en paladín democrático al Borbón designado a dedo por Franco para liderar el posfranquismo, el mismo Borbón que proclamara al ser nombrado sucesor su adhesión a los principios del golpe de 1936 y repitiera los halagos al «Caudillo» tras su muerte. Prodigioso milagro recreado cada año por estas fechas gracias a la reedición del shock provocado por la irrupción de una banda de guardias civiles armados en el edificio del Congreso de Madrid.

A falta de una auténtica ruptura con el franquismo, el 23-F se nos presenta como su espectacular simulacro, en el que la integridad del monarca español y su firmeza brillan frente a la oscuridad de los involucionistas. Borbón renace así purificado, limpio de toda mancha, roto el cordón umbilical de una vez por todas con su promotor, el sanguinario dictador Francisco Franco que se hizo con el poder gracias a la ayuda de Hitler y Mussolini y un baño de sangre de dimensiones colosales.

Las imágenes de Tejero, que han sido vistas por todo el mundo y han creado un «recuerdo compartido», invitan a dar por buena la imagen del golpe televisado, cuando lo cierto es que la verdadera naturaleza de lo ocurrido el 23 F ha sido deliberadamente ocultada a la opinión pública. Cuanto más se repiten las mismas imágenes, más cerrojos se cierran sobre el (auto)golpe de timón que el estado posfranquista dio a la reforma.

Más allá del mito, una reforma de la reforma. Recientemente, «El País» publicaba un texto sobre «la intentona golpista del 23-F que desbarató el Rey» en el que se afirmaba que «los hechos han quedado esclarecidos en su casi totalidad». Y es cierto que los hechos se han ido desvelando y hoy en día cualquier persona con interés puede acceder a testimonios, documentos y estudios que permiten hacerse una idea cabal de qué sucedió realmente.

Esta información, sin embargo, lejos de retratarnos a un monarca antigolpista, cuestiona de raíz la versión oficial y nos presenta una trama turbia surgida de las propias entrañas -o cloacas, como se prefiera- del Estado. Los datos que han ido aflorando en estos 30 años, muchas veces como consecuencia de rencillas, venganzas o desaires en el mundo de los servicios secretos españoles han confirmado el análisis de quienes definieron aquello desde el primer momento como un autogolpe.

Estos servicios secretos y otros poderes fácticos tuvieron un protagonismo decisivo en la generación del ambiente de inestabilidad que antecedió al numerito de Tejero, alimentaron la sensación de caos, acosaron a Adolfo Suárez desde todos los frentes y fabricaron y utilizaron hábilmente la amenaza de un golpe militar cuyo objetivo sería poner fin a la transición. Pero no sólo eso, tuvieron que ver con la preparación del autogolpe, su ejecución, su reconducción y su posterior encubrimiento.

Conviene recordar que el Ejército español no había sido llevado a rastras a la reforma, sino que era uno de sus protagonistas a la vez que gendarme. Franco, que fue quien diseñó las claves del escenario posfranquista, se encargó de garantizar el apoyo de las Fuerzas Armadas españolas a su sucesor y nadie cuestionó seriamente ese aval. En 1981, el Ejército no quería volver atrás y, en todo caso, ni los poderes económicos ni los padrinos internacionales se lo hubieran permitido. Lo que estaba sobre la mesa era la utilidad de la amenaza del golpe para poner límites a la transición y, como ocurrió tras el 23F, reorientarla.

Hubo una operación cívico-militar, por usar terminología de documentos de inteligencia de aquellos tiempos, para desalojar a Suárez de la jefatura del Gobierno y marcar una nueva agenda que supusiera la corrección del rumbo de la reforma. No es que el líder de la UCD fuera un peligroso rupturista, pese a que como tal llegó a ser presentado, sino que su tiempo había terminado y era preciso reajustar la marcha de la transición, abriendo el paso a un nuevo tiempo de reconversiones económicas, recortes del proceso autonómico y nuevos bríos en la acción represiva y de guerra sucia. Un nuevo tiempo que más tarde iba a ser liderado por el PSOE de Felipe González y Alfonso Guerra, un partido que, a diferencia de UCD, no podría ser considerado una prolongación del franquismo.

La dimisión de Suárez, lejos de frenar esa operación, terminaría por hacerla estallar. Tejero, enredado en aquellas tramas aunque posiblemente desconocedor de todo su alcance, iba a crear el shock, la fase explosiva del golpe, por usar términos de un destacado agente de los servicios secretos españoles. Después llegaría la acción de salvación que culminaría con un nuevo pacto de estado fruto de un consenso entre partidos y el Ejército, apoyado por los demás poderes y agentes sociales y que marcaría el inicio de un nuevo tiempo político.

Pero no es lo mismo escribir un guión que llevarlo a la práctica. Tejero se enrocó, se negó a facilitar el paso a la solución prevista y con este inesperado giro el proyecto se fue al garete. El plan se hubo de reinterpretar. No habría gobierno de concentración y tendrían que gestionar de otro modo el shock, pero esto sólo sería posible sacrificando algunas piezas para evitar la implicación de ciertos poderes del estado y del propio monarca.

Así, Tejero, Armada, Milans y otros como San Martín, el hombre de inteligencia de Carrero Blanco, se convertirían en los líderes de un golpe involucionista felizmente abortado por el rey Borbón. Algunos de ellos podían haber sido los paladines de la nueva etapa democrática tras la catarsis, pero terminaron juzgados por apadrinar un golpe de estado.

30 años después, la obstinación en ocultar a la ciudadanía la realidad de aquellos hechos es sumamente preocupante, porque evidencia la voluntad de seguir recurriendo al mito para manipular. Y, lo que es mucho peor, cada año nos recuerdan su resistencia a afrontar una verdadera ruptura con el franquismo.


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23-F: Las balas que precedieron a las teorías

Público

El oscurantismo ha alimentado tres décadas de relatos sobre el intento de golpe de estado. Varios expertos encaran de forma crítica las ya tradicionales tesis sobre los beneficiarios de la asonada militar

El rastro de las balas en la bóveda del hemiciclo y en las paredes de la tribuna de medios se mantiene intacto, inamovible, como prueba fehaciente de lo ocurrido en el Congreso de los Diputados el 23 de febrero de 1981. La intentona golpista del grupo de militares encabezados por el teniente coronel de la Guardia Civil, Antonio Tejero, dejó otras huellas que sí han sido permeables con el paso del tiempo. Se han construido multitud de relatos que han tratado de aportar luz sobre unos hechos para los que ni siquiera hoy, 30 años después, parece que vaya a perfilarse una sola verdad que ponga fin a tres décadas de teorías hechas de luces y sombras.

Un hilo conductor hilvana los supuestos que defienden algunos politólogos, críticos con la idea de que instituciones como la monarquía o los partidos políticos vieran reforzada su legitimidad de cara a la opinión pública tras la asonada militar. "Que el rey se presente como el defensor de la democracia parte más de la narrativa que de los hechos, dando lugar a interpretaciones sesgadas", sostiene el profesor de Ciencia Política de la UCM, Pablo Iglesias Turrión.

La lectura que se ha hecho sobre el fortalecimiento de la democracia gracias al efecto del 23-F también es puesta en entredicho por algunos analistas, como el catedrático de Políticas Públicas de la Pompeu Fabra, Vicenç Navarro. "El intento de golpe militar no reforzó la democracia española, al contrario. El gesto de desacuerdo del monarca hacia el presidente elegido —Suárez— era una expresión antidemocrática", indica.

"En una democracia el rey no puede ni expresar su desacuerdo ni admitir comportamientos antidemocráticos entre sus asesores", sostiene Navarro para recordar que el rey había expresado abiertamente sus críticas al presidente Suárez y era también consciente de las visitas y encuentros de sus colaboradores, con lo cual "dio pie a toda una serie de conspiraciones que concluyeron con el intento de golpe militar".

El politólogo Ariel Jerez Novara también adopta la tesis de que el 23-F no fortaleció el actual sistema político y añade otro elemento que incide en la existencia de un contexto anterior que vigorizó las dinámicas democráticas: las grandes manifestaciones populares de finales de la década de los 70. "La agitación que generaron las fuerzas de la izquierda, como el movimiento vecinal, el estudiantil, etc, está en la base de todo y fue lo que propició que la élite franquista se desarrollara hacia la democracia sin el uso de la fuerza", explica.

Uno de los efectos del 23-F fue el que contribuyó a fomentar los temores. Navarro explica que en España "no se ha resuelto el constante miedo que existe en las instituciones hacia las estructuras e instituciones heredadas del régimen anterior y que incluyen desde las fuerzas armadas a los tribunales de justicia". El catedrático de Políticas Públicas evidencia la resistencia a juzgar los crímenes de la dictadura como ejemplo del miedo.

Miedo constante

Por otro lado, la intención de volver a un régimen militar no parecía que estuviese entre los objetivos que buscaba el golpe, según algunos autores. "Observando la postura de la banca y del capitalismo español, que tendían a la integración europea, parece difícil pensar que los sectores más conservadores pretendieran volver a una dictadura militar", indica Iglesias, quien sí admite la existencia de ciertos sectores que aspiraban a limitar los avances democráticos del país: "Algo que sí consiguieron y que se comprueba en la escasez de personas procesadas por el intento de golpe de estado y el poco tiempo que pasaron en prisión".

Otra prueba de esta tesis es la que evidencia Navarro al señalar algunas de las decisiones que se adoptaron después, tales como "acentuar el centralismo del Estado", algo en lo que influyó el temor que tenían las instituciones democráticas sobre la actitud de las fuerzas armadas.

La sombra de Reagan
Hacia los autores intelectuales de la intentona golpista apunta el periodista Alfredo Grimaldos en un ensayo sobre el papel que jugó la CIA en connivencia con el CESID (actual CNI) en el 23-F.

El autor de La CIA en España (2006), sostiene que los servicios de inteligencia estadounidenses estaban al tanto de las intenciones de los militares pero no les interesaba mover ficha a favor de los demócratas. "Adolfo Suárez se había convertido en un personaje molesto para la administración Reagan, pero advirtieron al comandante José Luis Cortina, del CESID, sobre la intención de los Estados Unidos de mantenerse neutrales". Los hechos, en cambio, tal y como narra Grimaldos, fueron contradictorios. "En las horas que duró la ocupación del Congreso por parte de los militares, los norteamericanos dispusieron de su equipo bélico de las bases de Rota y Morón en alerta y la Sexta Flota se instaló frente a las playas de Valencia en misión de 'vigilancia mediterránea'". Las razones de estas maniobras no se llegaron a explicar nunca.

Navarro, en cambio, no da rédito a estas teorías ya que a su juicio la CIA "es una agencia bastante impotente e ineficaz" y considera lejana la posibilidad de que estimulara el golpe. "El Departamento de Estado de Estados Unidos sabía de la posibilidad de un golpe militar pues era ampliamente conocida la existencia de grupos muy desafectados con la democracia en el Ejército".

Corriente de golpes
La confluencia de muchos golpes en uno solo es otro de los relatos sobre los que se construyen las otras realidades en torno al 23-F. Teorías, no obstante, difíciles de trazar por la "clandestinidad" con la que se operó. Un oscurantismo que para Jerez Novara es fruto de la "ausencia de cultura institucional" que tenía España en ese momento.

Por su parte, Pablo Iglesias sostiene que frente a la tesis que defiende la convergencia de muchos golpes en uno sólo que "nos vacunó" de otros, "lo que sí existía era un estado de opinión de sectores vinculados a las oligarquías del franquismo que tenían que ver con la Iglesia, con los militares o con sectores económicos que pudieron temer una pérdida de sus privilegios".El crisol de golpes de estado afectó en primera instancia el rey, según el relato de Grimaldos, una idea que también recoge el periodista Jesús Palacios en El rey y su secreto (2010). Todo pudo haber girado en torno al monarca y en ello podría estar la explicación del tiempo que tardó Juan Carlos I en lanzar el mensaje televisado que puso fin a la tensa espera. Para Grimaldos, la confluencia de golpes hizo que cuajara por inercia el de los militares bajo las órdenes de Tejero. "El rey no sabía a qué corriente golpista se estaba enfrentando, si a una que iba contra él o a la que estaba de su lado", señala.

Asociar el intento golpista a un estado de opinión es deducible, a juicio del profesor de Ciencia Política, a partir de hechos posteriores como el miedo que pasó mucha gente de las organizaciones de izquierda. "Muchos ciudadanos quemaron papeles o rompieron carnés, prueba de que la derecha en este país aún podía volver a enseñar los dientes en cualquier momento".

Como el eco de los 37 disparos que agujerearon el salón de plenos del Congreso, los relatos edificados en torno al 23-F seguirán resonando a consecuencia de la clandestinidad con la que se gestionaron los acontecimientos. Tal y como recuerda Vicenç Navarro, "en una sociedad democrática se hubiera creado una Comisión Parlamentaria para analizar tales hechos", algo que nunca sucedió.


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El golpista en palacio

Coronel Martínez Inglés/Insurgente

Pues sí, amigos, han pasado ya treinta años desde aquella sorprendente tarde/noche del 23 de febrero de 1981 en la que el “comandante cero” español, el inefable teniente coronel Tejero, al frente de tres centenares de guardias civiles, se introdujera manu militari en el hemiciclo del Congreso de los Diputados y secuestrara a los poderes legislativo y ejecutivo de este país en pleno. Han pasado, sí, nada menos que tres décadas pero el máximo responsable de tan estrafalario evento, la suprema autoridad que lo respaldó, autorizó, impulsó, propició, recomendó y se aprovechó finalmente de él traicionando y enviando a galeras por treinta años a sus principales ejecutores directos y colaboradores suyos (los generales Armada y Milans), o sea Juan Carlos I, sigue ahí, en el palacio que le regaló en su día el sátrapa D. Francisco Franco Bahamonde, mirando para otro lado, silbando una suave melodía borbónica, inasequible al desaliento, sin asumir ¡faltaría más! responsabilidad alguna. Mientras sus súbditos, sus amados súbditos (capitaneados, eso sí, por la pléyade de periodistas cortesanos que en estas últimas jornada cercanas al trigésimo aniversario de la chapucera efemérides han vuelto por los fueros de la verdad oficial) continúan haciéndose los tontos, los desinformados, los crédulos con la fe del carbonero a flor de piel pues aceptar otra teoría a estas alturas, la real, la que tarde o temprano recogerá la historia de este país, viviendo todavía el falso héroe de la hazaña bélica creada desde el poder y sabiéndose lo que ya se sabe sobre la participación seria y efectiva del monarca español en el órdago peliculero protagonizado por Tejero, podría poner en peligro la sacrosanta democracia española y el tambaleante sombrajo levantado por los acomodaticios políticos de la “modélica” transición española.

Pero como el tiempo no pasa en balde y menos para alguien que, al igual que el rico, exiliado y enfermo Ben Alí tunecino o el sátrapa Mubarak egipcio, lleva más de treinta años pegándose la gran vida, reinando, gobernando (sí, sí he puesto gobernando, con todas sus letras), mandando y enriqueciéndose a manos llenas en este país, nuestro “democrático” jefe del Estado por mandamiento franquista, el señor Borbón, aparece en este 30 aniversario de su famosa maniobra borbónica del 23-F (un borboneo histórico inspirado en el que protagonizara hace ya algunas décadas su abuelo Alfonso XIII con el general Primo de Rivera de primer actor) bastante más decaído que entonces, menos golferas, menos ligón, menos malversador de fondos públicos, menos filmador de películas porno a costa de los fondos reservados que pagamos todos los españoles, menos conspirador junto a los militares de su entorno, menos terrorista de Estado (ETA no está ya para atajos macabros tipo GAL), menos prepotente, menos dictador (en la sombra), menos cazador de osos borrachos (ahora caza especies autóctonas en Santa Cruz de Mudela, eso sí, sentado), menos rey de todos los españoles (que ya conocen la catadura moral de su monarca salvador), con bastante menos capacidad pulmonar a cuenta del módulo (benigno) que se dejó el año pasado en la “sanidad pública” de Barcelona… y, también, como no podía ser de otra manera, mucho más viejo que entonces, más fondón, más susceptible (como siga así acabará llorando en el pedestre monólogo de las próximas Navidades), más artrósico, más inestable, más torpe al andar, más ridículo vestido con el uniforme de capitán general (cada día que pasa se parece más al clásico espadón caribeño), más deprimido, más aburrido, más acabado…

Pero la verdad es que, a pesar del subidón revolucionario que estos días campa por sus respetos en calles y plazas de la antaño África turística y que, según algunos cotillas de palacio, parece ser le está afectando particularmente ya que es muy consciente del déficit de legitimidad democrática que arrastra, ahí sigue nuestro amado monarca aguantando el tipo en su retiro palaciego de La Zarzuela, “mientras el cuerpo aguante” (como le espetó en su día a uno de sus periodistas de cámara) con el fin de dejarle en condiciones “el negocio” a su heredero, el ya cuarentón príncipe don Felipe, que hace ya veinticinco años (nos lo han recordado estos días pasados hasta la nausea todos los medios de comunicación) juró la “modélica” Constitución española del 78, pensada, planificada, redactada y presentada al pueblo español de la época por redomados franquistas (militares y civiles) y que, entre otras lindezas sacadas del popular cuento de la lechera (como esa de que todo españolito de a pie viene a este mundo con una vivienda digna bajo el brazo), recoge la absurda reimplantación en España, totalmente blindada para el futuro, eso sí, de la demencial y perversa saga de los ineptos reyes borbónicos que durante siglos llevaron a este país a la miseria, el atraso, la esclavitud, la guerra, los pronunciamientos militares y las desigualdades sociales.

Y seguro, amigos, que ahí piensa seguir unos cuantos años más, en su dorado nirvana de La Zarzuela, el en estos momentos ya amortizado Juanito (así lo llamaba el carnicero gallego de El Pardo) de nuestra historia reciente, a no ser, claro está, que la joven marabunta hispánica de Internet (que la hay y muy numerosa) salga pronto de su letargo, abandone el botellón del “finde” y el sexo a destajo en el coche de papá y, al igual que ha hecho recientemente la tunecina, la egipcia y en estos momentos sigue haciendo la libia, la yemení, la argelina o la marroquí, lo mandé directamente al famoso balneario de Sharm el Sheikh, o a las Maldivas, o a Kuwait, o a Arabia Saudí, de donde parece ser procede una parte sustantiva de la fortunita que dicen que tiene. Después de obligarle, eso sí, a que abra ante los medios de comunicación y el Banco de España la cueva de Alí Babá (más bien de Ben Alí) que seguramente tiene operativa en el sótano de La Zarzuela. Más que nada para poder salvar otra vez a los españoles, no de Tejero sino de los egoístas e involucionistas mercados internacionales.

Pero yo, amigo lector, me había puesto esta vez ante la pantalla de mi ordenador, con lo pesado que es y lo mal que sienta a la vista, no para asustar al personal español (un conglomerado cívico que en estos momentos parece anestesiado, dormido, aturdido, perdido en sus problemas domésticos y que sólo se moviliza un poquito con el fútbol, la congelación de pensiones, el botellón y la ley del tabaco) con las nuevas revoluciones populares engendradas en el mundo árabe y que, según mi particular criterio geopolítico, no han hecho más que empezar ya que una vez que sus protagonistas zanjen las cuentas pendientes con sus dictadores arremeterán sin ninguna duda contra el occidente infiel, colonizador y ladrón, sino para escribir por enésima vez del pseudo golpe militar del 23-F, la famosa intentona involucionista que cumple estos días su trigésimo aniversario. Aunque la verdad es que estoy hasta el gorro (y eso que llevo más de veinte años sin usarlo públicamente, solo en la intimidad como Aznar) de hablar y, sobre todo, escribir del 23-F. Llevo haciéndolo ya más de diecisiete años desde que en el año 1994 publiqué mi primer libro sobre el tema (La transición vigilada) después de otros once investigándolo a conciencia entre militares de alto nivel que intervinieron en su preparación y ejecución. Y echando mano de una muy amplia documentación extraída de archivos oficiales y oficiosos castrenses.

Me he cansado de publicitar la verdad por activa y por pasiva, he publicado a lo largo de dos décadas nada menos que cuatro libros en los que he contado con pelos y señales todas mis investigaciones sobre el esperpéntico evento, y hasta he puesto negro sobre blanco en el último de ellos, con todo el detalle operativo de un Estado Mayor, el golpe militar franquista preparado para el 2 de mayo de 1981y que fue la causa real de que el rey autorizara a sus generales de confianza (Armada y Milans) a montar la arriesgada e ilegal maniobra preventiva (no golpe, aquello nunca fue un golpe involucionista) que la abortara: el 23-F.

También, desde hace seis años, desde septiembre de 2005 en el que envié el primer informe de mis investigaciones sobre el 23-F al señor presidente del Congreso de los Diputados, señor Marín, he venido poniendo a disposición de las Cortes españolas, del presidente del Gobierno de la nación y de las más altas autoridades del Estado todos mis estudios sobre la materia, solicitando en tres ocasiones la creación de una Comisión de Investigación que pudiera de una vez reconocer la verdad y depurar las responsabilidades políticas en las que hubieran podido haber incurrido algunos altos dirigentes de este país que intervinieron en tan chapucero acontecimiento de nuestra historia reciente, comenzando naturalmente por el primero de todos ellos, el rey Juan Carlos I.

Pero hasta ahora amigos, nada de nada, seguimos en la España profunda de siempre aunque salpimentada ahora un poquito con esencia de AVE. El pueblo español en general, sus instituciones, los políticos, los periodistas… por miedo seguramente y también ¡como no! por intereses políticos de los dos grandes partidos que se turnan en el poder y que temen perder su particular estatus “democrático” y sus canonjías, siguen en la inopia, haciéndose los tontos y los ignorantes. Continúan año tras año con la matraca de que sobre el 23-F existen todavía muchas lagunas y muchos hechos que no se conocen. Y de ahí no hay dios que los apee… ¡Pues no, amigos, conciudadanos, asustados compatriotas! Sobre el 23-F, después de treinta años y a pesar de que este tiempo no sea excesivo históricamente hablando, se sabe ya todo,absolutamente todo: todo lo que pasó, como pasó, por qué pasó y quien impartió las órdenes para que pasara.

¡Otra cosa es que por miedo a las consecuencias de saber todo eso, el poder, los medios de comunicación y el pueblo en general, no quieran ni oír hablar de ello, de la verdad, y sigan refugiándose en la duda metódica y en la ignorancia!

Yo por mi parte, amigos, con este pequeño trabajo en el aniversario del 23-F, y que no había pensado escribir pues ya está bien de hablar años y años a sordos que no quieren oír, doy por cerradas tanto mis investigaciones sobre el tema como mis proclamas habladas y escritas sobre el mismo. El actual presidente del Congreso de los Diputados, señor Bono, hace ya más de un año que tuvo a bien acusarme recibo de mi última denuncia, diciéndome que pasaba mi Informe a la Comisión de Peticiones de la Cámara para su estudio y tramitación. Se lo toman con calma no cabe duda estos sesudos representantes del pueblo soberano, pero de todas formas soy consciente de que mientras viva el golpista regio de La Zarzuela ninguno de ellos (ni de la hornada política de ahora ni de ninguna futura) dirá ni pío sobre el asunto ¡Así es este país, qué le vamos a hacer! Un país que a mí como historiador militar siempre me ha fascinado: por sus derrotas, sus desastres, sus carencias, sus miedos, su insolidaridad, su ferocidad a veces, su cobardía, sus heroísmos puntuales, su improvisación… pero, sobre todo, por el hecho de que, con semejante bagaje político, humano y social a cuestas durante siglos, siga existiendo a día de hoy, siga figurando a nivel global como nación independiente. ¿No será porque nadie en este mundo, incluyendo a Napoleón que acabó conociéndonos muy bien, al pragmático Amadeo I de Saboya y más recientemente a la “fracasada” Merkel, quiere tenernos bajo su férula?

Fdo: Amadeo Martínez Inglés

Coronel. Escritor. Historiador.


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El cuento del 23-F: los crédulos, los incrédulos y los ruiditos de sables
Rafael Pessini/Kaosenlared

Treinta años después del espectáculo uniformado de aquel 23 de febrero en Madrid y en Valencia, considero oportuno reproducir un reportaje-entrevista al ex coronel del Ejército español, Amadeo Martínez Inglés, así como comentar brevemente parte de una conversación con el plumífero cacereño Javier Cercas, publicada hace tres días en ese diario que parece de izquierdas pero que no lo es tanto, en realidad.

Empiezo con el militar rebelde al que tanto admiro. Las declaraciones suyas que escogí son de 2001, y van más allá de explicar el fraude del "golpe", pero yo me ciño a la parte en que ofrece la versión extraoficial de lo sucedido hace tres décadas. Extraigo el material de lo recogido por una de tantas webs alternativas que podemos encontrar en la Red.

Esto es lo que transcribo:

"25 años después de la muerte de Francisco Franco, el rey Juan Carlos es considerado por la sociedad española como el garante de las instituciones y el defensor de la democracia. Por ello, se ha vuelto casi intocable. Su prestigio como un monarca demócrata creció considerablemente después del 23 de febrero de 1981, cuando el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero y los generales Milans del Bosch y Alfonso Armada intentaron dar un golpe de Estado, que en parte fracasó cuando Juan Carlos manifestó su rechazo a la intentona.

Sin embargo, justo 20 años después de dicho intento de golpe de Estado, han surgido dudas sobre quién en verdad está detrás de los golpistas. El coronel Amadeo Martínez Inglés, autor del libro 23-F. El golpe que nunca existió (Editorial Foca), sostiene ahora la siguiente tesis: Se trató de una operación político-militar-borbónica, dirigida por el rey Juan Carlos, quien estaba enterado de que un grupo de militares ultraderechistas preparaban un movimiento para derrocarlo.

El rey es también el protagonista de otro libro que revela sus negocios, sus relaciones sospechosas con los medios de comunicación y hasta posibles líos de faldas. Se titula El negocio de la libertad, y fue escrito por el periodista Jesús Cacho, publicado por la misma editorial, dirigida por Ramón Akal, un hombre sometido durante la dictadura a 11 sumarios del Tribunal de Orden Público.

Pacto de silencio

El coronel Martínez Inglés fue profesor de Historia Militar y Estrategia en la Escuela del Estado Mayor y testigo directo de los entresijos del Ejército durante el período de la transición como jefe de Movilización del Estado Mayor y jefe de la Brigada de Infantería de Zaragoza. Desde hace 17 años, empezó sus investigaciones sobre la intentona golpista.

Hace unos seis años, publicó el libro La transición vigilada, pero fue retirado del mercado a los quince días. En 1990 fue arrestado durante cinco meses en la prisión militar de Alcalá de Henares por defender la idea de crear unas fuerzas armadas profesionales, y se le apartó del servicio activo justo cuando iba a ser ascendido a general.

En entrevista, explica que hace 20 años no se registró un golpe militar: "Los golpes militares de dirigen desde el primer momento contra la cúpula del Estado, en este caso contra el rey; sin embargo, el 23 de febrero de 1981 al monarca no lo molestaron".

Afirma: "Los guardias civiles que entraron en el Congreso de los Diputados bajo la sórdenes del teniente coronel Tejero no iban en contra del rey, iban precisamente en su nombre, incluso dando vivas al monarca, como se observó en la televisión".

Prosigue: "Ese golpe, entre comillas, tampoco iba contra el sistema político. El general Armada, la cabeza visible en Madrid, llevaba en su bolsillo una hoja con un futuro Gobierno presidido por él e integrado por demócratas de los principales partdos políticos". Entonces, llega a la siguiente conclusión: "Fue una maniobra político-militar-institucional, puesta en marcha por el propio sistema, desde la Corona, para desactivar un golpe militar que se estaba fraguando para el 2 de mayo en los ambientes más radicales de la extrema derecha española, era un golpe contra el rey, preparado por militares que deseaban que España volviera al totalitarismo".

Enfatiza: "El rey, al ver lo que se venía, optó por tomar una decisión de dar un golpe, o pseudo golpe, o una maniobra para salvar su corona. El rey se salió del marco constitucional, y el fin nunca puede justificar los medios".

-- Sin embargo, el rey aparece como el hombre que salvó a España del golpe de Estado y como el garante de la democracia...

--La Corona española ha rentabilizado durante todos estos años aquel evento y el rey se ha convertido en un mito democrático. Eso es mentira, pues fue el rey Juan Carlos quien autorizó al general Armada a montar el 23-F.

--Entonces, ¿el rey jugó dos papeles, porque mientras Tejero estaba en el Congreso él salió en la televisión rechazando la sublevación?

-- Así es. Se dice que la reina encontró al rey llorando porque el general Armada-- su preceptor cuando era niño y hombre de confianza desde que era príncipe-- lo había traicionado. Yo creo que no es así. La operación fracasó por la actitud de Tejero al entrar en el Congreso de la forma como lo hizo, pistola en mano, disparando al techo. El rey no pudo asumir esa actuación.

"El rey fue alertado por sus ayudantes y le recomendaron que se quedara fuera de la maniobra. Entonces el general Armada intentó ir al Palacio de la Zarzuela a explicarle al rey lo que había sucedido y prometerle que lo solucionaría todo, pero el rey le dijo que se quedara en la sede del Estado Mayor a las órdenes del general Gabeiras. Y después lo arrestaron."

Comenta que como militar, ha estado relacionado con muchos militares que actuaron ese día en el Estado Mayor de Valencia, en el Estado Mayor del Ejército y en la cúpula militar: "He hablado con unos y otros y resulta que la versión oficial no es real. El general Armada despachó con el rey 11 veces en un mes y pico antes del golpe."

Recuerda que se destacó el hecho de que el general Milans del Bosch hubiera sacado los tanques en Valencia, "pero los tanques salieron en plan de desfile, sin munición, respetando los semáforos. Un golpe de Estado no se monta así. En un verdadero golpe hubieran salido en Madrid y hubieran ido al palacio del rey, no en Valencia".

El coronel Martínez Inglés coincidió durante los seis meses que estuvo en la prisión de Alcalá de Henares con el general Milans del Bosch, que en ese entonces tenía 75 años y llevaba ya nueve años en la cárcel.

Conversaron en varias ocasiones y Martínez Inglés incluye en su libro las únicas declaraciones de Milans del Bosch sobre esos acontecimientos. El coronel le prometió no divulgarlas hasta después de su muerte y ha cumplido haciéndolo ahora a los cuatro años de su fallecimiento.

Milans del Bosch dijo: "El rey quiso dar un golpe de timón institucional, enderezar el proceso que se le escapaba de las manos y, en esta ocasión, con el peligro que se cernía sobre su corona y con el temor de que todo saltara por los aires, me autorizó a actuar de acuerdo con la sinstrucciones que recibiera de Armada".

Afirma que después el general Armada siguió teniendo mucha amistad con el rey, con quien hizo un pacto de silencio. "No acusó a su señor, se calló y estuvo solamente cinco años en la cárcel, después lo indultaron. Sin embargo, el general Milans, un hombre completamente distinto de Armada, no es un hombre de Palacio sino un militar más puro, fue engañado y abandonado, siguió en la cárcel durante nueve años".

Nada de lo transcrito ha servido de inspiración para los guionistas de las cadenas de televisión, especialmente las privadas, que han producido esas ñoñas miniseries en que se acaba ensalzando a la figura regia y al triunfo de la democracia española frente a esta "amenaza" y a otras que pudieran venir.

Pese a que la ciudadanía, a lo largo de estos años, no ha dejado de poner en duda la propaganda mediática y la supuesta ejemplaridad institucional, no faltan todavía personajes que se presten a marear la perdiz con pequeñas aportaciones dirigidas a un presunto público dado a tragarse cualquier pamplina.

Entre estos estómagos agradecidos del sistema, personajetes enamorados de lo políticamente correcto, tenemos al que cité al principio de este artículo, a don Javier Cercas, en el papel de mosca cojonera que se aferra a clavos ardientes.

Este señor, autor de una obra a caballo entre la novela y el ensayo, "Anatomía de un instante"(Mondadori, 2009), ganador del Premio Nacional de Narrativa de 2010, sostiene en su galardonado bodrio que no existe el llamdo enigma del 23-F. Según este listillo de la pluma o el teclado "el rey cometió errores, frivolidades, como los cometió todo el mundo". Encima está el tío convencido de que "el fracaso del golpe fue esencial para consolidar la democracia, y una vacuna". Vacuna, dice. No será para prevenir la estupidez aguda o la crónica.

Desde la muerte de Paquito Rana, o el de los Pantanos, hasta la fecha que hoy se recuerda en el Estado español, el avance del comunismo legal, el cuestionamiento de la economía de mercado y la inconformidad manifiesta de algunos nacionalismos con el orden establecido (más bien, impuesto) causaban pavor entre la alta burguesía española y el custodio de la falsa Transición, o sea, el Gobierno de Estados Unidos. Había que organizar un número que generalizase el temor de la sociedad a volver al pasado abiertamente fascista para robustecer la imagen de la Monarquía como avalista de la paz, la estabilidad y la libertad en el anómalo país de la bandera roja y gualda.

Ronald Reagan pasaba unos días en Madrid por aquel entonces, y el Borbón tardó demasiadas horas en dar la cara ante sus súbditos.

La Movida madrileña, la heroína, la cocaína entre las clases humildes, la telebazofia, el consumismo, el ingreso hasta el fondo de España en la Alianza Atlántica, en la plutocracia europeísta, el recorte progresivo (es casi lo único que progresa) de los derechos de los trabajadores, la oposición al federalismo territorial, la no infrecuente impunidad policial, el terrorismo de Estado, la corrupción política y administrativa, el descenso del nivel cultural, ela scenso de una derecha victoriosa que no deja de humillar a una izquierda vencida y apenas reconstituida, etc, etc., marcaron nuestra Historia reciente y empaparon de capitalismo fanfarrón y robustecido nuestros ganas de ejercer efectivamente nuestro poder, el popular.

No vivimos democráticamente, por muchas revistas que haya con mujeres enseñando las domingas o porque podamos hablar de sexo sin que nos echen salsa de Tabasco en la lengua. La innovación científica y tecnológica no acompaña a los cambios necesarios de las mentalidades. Esto es un sistema de gobierno "representativo" posfranquista-reformista. Muy poco más.

Objetivamente, tendríamos que estar listos para las barricadas, mas subjetivamente es aún una minoría quien está dispuesta a caminar hacia una revolución (no una "revolución").

El 23 de febrero no nos curaron el miedo. Todo lo contrario. Nos enseñaron a confiar en el zorro que vigila el gallinero.

Cuando se produzca una ruptura democrática con el régimen aborrecible nacido de un tremendo golpe (éste sí) hace casi setenta y cinco años, comenzaremos a refundar el Estado multipopular y plurinacional desde la voz soberana de quienes no tenemos coronas sobre nuestras cabezas, sino ideas y esperanzas, hambre de liberación inaplazable.

domingo, 20 de febrero de 2011

La cosecha amarga.



El prólogo de una obra audiovisual es esencial, pues esboza las pautas que el filme irá desentrañando en su desarrollo. RR La cosecha amarga documental del realizador argentino Martín Gruttadauria, lo construye desde el alegato, dibujando una impostergable y necesaria rectificación de la escritura y la visión, sobre la historia de nuestros pueblos.

Su sobria mirada, se asoma a la confesión de un niño de la provincia de Córdoba, que nos habla de un “Cristóbal Colón descubridor”, de una Colonia Española que “nos enseñó a vestir, a rezar, a respetar y también nos educó”. Cuando uno escucha la persistencia de estas disparatadas ideas tras poco más de cinco siglos de historia, encuentra las respuestas –en parte- en los libros de textos de nuestros escolares de nivel básico. Términos como: “descubrimiento” en lugar de invasión, “pueblos primitivos” en lugar de culturas o sociedades amerindias, “creencias”en lugar de religión; “cosmogonías” o “mitologías” en lugar de visión del mundo, son algunas de las más arraigadas acuñaciones historiográficas, que van deformando la visión de un período impregnado de genocidio y dolor.

En esta cruzada de permanente colonización ideológica y cultural, construida desde los instrumentos educativos, participan los grandes medios de comunicación que aportan una inmoral cortina, que contribuye a fortalecer este desenfoque histórico.

Esta idea la resuelve el documentalista con acento cinematográfico, entrecruzando dibujos y animaciones vertidos en trazos de plumilla y carboncillos secundados con una voz en primera persona, recursos más que suficientes para reordenarlo todo. Los apuntes de esta puerta cinematográfica, están desprovistos de adjetivaciones y desfases argumentales, innecesarios para cimentar la verdad en tiempos de confusión y crisis, -no solo económicos-, también sociales, educativos y culturales.

El lector fílmico se podría preguntar que relación hay entre el tema de este documental –el cultivo extensivo de la semilla de soja en Argentina- con los acontecimientos acaecidos hace más de cinco siglos en nuestros pueblos, la reflexión queda para el cierre de este artículo.

El hecho, es que esta gran nación de América Latina, es uno de los mayores productores de esta semilla producida genéticamente modificada. En el fomento de este cultivo, participan varias empresas transnacionales de Estados Unidos y Europa, junto al ya conocido Grupo Monsanto. Esta “estrategia agrícola”, destruye los ecosistemas que llevan aparejado una tala indiscriminada de árboles y la posterior desertificación de los suelos. Pero la naturaleza no es la única afectada, el desalojo de los campesinos y ganaderos de sus tradicionales espacios de labor, generan la fractura de las tradiciones sociales, económicas y culturales de la región con una gran tradición en variados cultivos y oficios propios de la tierra.

El trabajo del equipo creativo, -desarrollado durante tres años-, tomó nota en los escenarios de este conflicto, desplegando una diversidad de recursos propios del género bajo los fundamentos del periodismo de investigación. Una suma paralela de testimonios entre los protagonistas y la participación de personas autorizadas para fundamentar una mirada crítica y de alerta ante un fenónemo creciente y avasallador, son parte esencial de esta puesta cinematográfica. Los ejes temáticos que definen a esta obra, van componiendo un filme orgánico, que exige una sopesada construcción narrativa ante el complejo tema que les ocupa.

Uno de los pilares de este documental es la fotografía, los planos y secuencias sobre la destrucción de los bosques, que le dan cobijo a este cuestionable cultivo, las ruinas de precarias viviendas destruidas por las fuerzas del orden, o las manifestaciones de los campesinos en contra de este despropósito, forman parte de una suma de evidencias que contribuyen a segmentar al espectador, sobre los vastos latidos de esta historia. En este visceral filme, juega un papel icónico los planos que corresponden a los pliegos de las alambradas, que son esas trampas construidas para el acorralamiento de los espacios, el de los pobladores de esas tierras que reivindican sus derechos.

La fotografía indica, por su uso y sus apropiaciones un destino social. Desde la perspectiva de lo relevante y lo difuso, para la cultura que la acoge hace que se confronte entre la visibilidad e invisibilidad del mundo, objeto de su encuadre. Este descomunal documento cinematográfico, pone ante la sociedad aquello que nos resulta invisible en toda su dimensión, aquello que aparece en nuestro horizonte o aquello que se borra. La fuerza de este segmento estético, muestra su mejor espesor desde la ética del documentalista.

En esta cinta hay un lenguaje que parte del sonido de las voces, nacidos de esos testimonios donde desplazados y ecologistas son sus principales actores. Palabras como: expropiación, dignidad, desalojo, colonización, derecho a la tierra, políticas públicas, lobby, capital, soberanía alimentaria: son algunos de los vocablos que contribuyen a visualizar el origen y la predecible evolución de esta puesta. Detrás de todas estas palabras, se aprecia una cultura de un pueblo que sabe las consecuencias de este desbordado asunto.

¿El cultivo de la soja genéticamente modificado es el único tema que ocupa a Martín Gruttadauria? La respuesta es no, en su discurso documental, carga contra el arraigado estado de bienestar, asociado al consumo irresponsable y desproporcionado de los limitados recursos que nacen de la tierra. Esta imprescindible idea, tiene mayor calado en la sociedad contemporánea, en franca oposición ante los grandes escenarios económicos y financieros que legitiman ese discurso.

Me quedó un asunto en el “tintero”. ¿Qué relación tiene este filme con la historia de nuestros pueblos hace poco más de cinco siglos? La respuesta está en una colonización –en pleno siglo XXI-, disfrazada de mega empresas, de prosperidad económica y condicionamientos sostenidos por mamparas jurídicas, que laceran la identidad, la cultura e incluso, la soberanía de nuestros países. Los mercados y los grupos financieros marcan el pulso en tiempos de crisis, RR La cosecha amarga, es un nítido y tangencial retrato de los tiempos que corren hoy. Este imprescindible documental, no requiere de adjetivos para motivar al espectador en su visionaje, estamos ante una obra de sustantivas dimensiones.

Martín Gruttadauria nació en la provinciade Córdoba, Argentina, en 1979. Es licenciado en Diseño y Producción de Imagen, desarrolla su labor profesional como videasta, cineasta, documentalista, y fotógrafo. Ha trabajado en el campo de la docencia (Historia del Arte, Fotografía, Dirección), y en Televisión produciendo y dirigiendo documentales.

En el año 2006 funda KINO WERKEN, productora con la que produce RR, La cosecha amarga su documental más conocido. Actualmente reside en Berlín donde trabaja principalmente en el campo del vídeo y la fotografía realizando muestras de arte (destacando su participación en el “Mes Europeo de la Fotografía, (Berlín 2010) ytambién en la producción de documentales.

Se desarrolla en el campo del cineclubismo como curador, escritor y organizador. Harealizado actividades en Argentina, Dinamarca, y Alemania. Recientemente en Berlín, ha fundado un cineclub que funciona en el barrio de Neukölln. Ha sido jurado en varios festivales de cine, el más reciente, el Festival Internacional, ECOZINE 2010 realizado en España.

Sinopsis

Argentina es el segundo productor mundial de soja. Este cultivo ocupa el 55 % del área sembrada y su exportación genera casi el 30 % de las divisas del país por ventas al exterior. Pero no todo lo que brilla es oro: el boom sojero es fuente de nuevas y grandes riquezas para unos pocos y causa de pobreza y desarraigo para muchos. La expansión de la frontera agropecuaria ha puesto en una situación crítica la tenencia de las tierras por parte de los campesinos que trabajan y ocupan legítimamente esas tierras... Esta es la lucha del Movimiento Campesino de Córdoba.

Ficha técnica

Título original: RR La cosecha amarga

Dirección: Martín Gruttadauria

Guión: Fernando Cattaneo, Martín Gruttadauria

Producción: Fernanda Weihmüller

Fotografía: Fernando Cattaeno

Sonido: Martín Gruttadauria, Fernando Cattaeno

Edición: Martín Gruttadauria, Fernando Cattaeno

Postproducción de Sonido: Sebastián Cura

Música Original: Darío Barrale

Animación: Martín Gruttadauria

Dibujos: Cesar Busso

Año de producción 2008

Formato original: MINI-DV, 4:3, Color.

País de producción: Argentina

Duración: 120 minutos

www.rrlacosechaamarga.blogspot.com

La presentación de este filme, estará precedido de un breve prólogo audiovisual. La emisión será el próximo miércoles 26 de febrero a las 8:00 de la tarde (HORA DE ESPAÑA) en TeleK de Madrid. Para los madrileños, se tramite por el canal 30 de la TDT, sintonizándolo por la frecuencia de 546000 khz. También se puede ver por: www.vallecas.org, en el apartado EMISIÓN EN VIVO DE TELEK.

Cuando concebíamos La cámara lúcida como espacio televisivo para promover el cine documental iberoamericano, nos debatíamos en torno a los decorados que en sus inicios han estado marcados por la austeridad de los elementos de cara al plató. La evolución y los objetivos del programa imponían “rediseñar nuestra casa”. Un nuevo espacio, con marcado sabor de estética pictórica acogerá a los invitados bajo un collage de grabados que rememoran los inicios del cine.

Nuestra sala, ha sido concebida por la Diseñadora Escenográfica Silvia de Valentín Padrino. Nacida en Madrid, quien es graduada en Licenciatura en Bellas Artes por la Universidad Complutense.

De su desarrollo profesional cabe destacar sus trabajos como Directora artística para las película Tea&Sangría, dirigida por Peter Domankievich, (pendiente de estreno) y el filme Iris Ambigua de Marta Pueche. Ha trabajado para el teatro como diseñadora del atrezzo para la obra El pirata que quería capturar la luna. Ha sido también Ayudante de Dirección de la serie de televisión Elegidos, emitido por La Sexta.

Su labor no se limita al trabajo artístico para el cine y el teatro, su talento está reflejado en el diseño del stand de Castilla- La Mancha, -junto con Felipe Cortés-, para el concurso de Fitur 2008 o el diseño y realización de la carroza de Carnaval del IES Pedro de Valdivia. Villanueva de la Serena, Badajoz.

Silvia de Valentín no se limita al trabajo creativo, se desempeña como Profesora de Diseño escenográfico (Escuela TAI) y de Escenografía y Arquitectura Efímera, (Escuela BAI), ambas ubicadas en Madrid. Telek y el equipo de realización de nuestro programa, le agradece su colaboración, esencial para propiciar un diálogo constructivo y desenfadado con los invitados al programa. Con su aportación y trabajo La cámara lúcida ha crecido.

sábado, 12 de febrero de 2011

Atraco perfecto.



Es el atraco perfecto. Con alevosía y reiteración. Primero una quiebra del sistema financiero, víctima de su propio latrocinio, que se salva mediante un rescate astronómico a base de dinero público. La cifra del coste neto del rescate para el conjunto de los países del G-20 facilitada por el Ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, es 905.000 millones de dólares. Sumado al monto de los paquetes de estímulo de los respectivos estados nacionales, toda esa inyección aumentó en un año la deuda pública de la eurozona en casi diez puntos, desde el 69,3% en 2008, al 78,7% del PIB en 2009. Entonces se preparó el terreno para el segundo atraco. El truco ha sido olvidar el motivo y centrarse en la consecuencia. El problema es la deuda, se dice, no el orden atracador que la ocasionó. El casino ha desaparecido. Es la deuda. ¿La solución?: un segundo robo.
El segundo atraco es el desmonte social. La deuda es resultado del excesivo gasto social, se dice. Así pues; menos seguro de paro, peor seguridad social, más privatización, más desmonte de lo público, retroceso de derechos laborales, más abuso y más desigualdad. Los ladrones del primer atraco regresan al escenario del crimen para robar más. Los bancos siguen generando beneficios, en Europa y América el año pasado. Las restructuraciones se utilizan para comprar a bajo precio otros bancos, acabar con los aspectos no lucrativos de las cajas de ahorro y continuar engordando. En las empresas todos se cuadran, ¿quién se atreve a ser gallito? Un nuevo miedo alimenta la disciplina del sí a todo y a cualquier precio. No hay línea de contención: hasta los sindicatos firman. El horizonte es un regreso al antiguo régimen absolutista, donde el patrón tenía derecho de pernada. Lo que quedaba de la dignidad del trabajador, del empleado, del profesional, se va al garete. ¡Esto es el ejército, chico!

Ha habido mucho delito en todo lo que ha ocurrido en esta crisis, pero ni un sólo proceso judicial, señal indudable de una grave degeneración del Estado de derecho, cuyo mensaje es: los criminales no pagan. Si es así, la democracia no vale una higa, robar no es delito, la irresponsabilidad se premia. Vale todo. La arruga es bella. Esta impunidad pasará factura, no lo duden.

En toda Europa cobran un nuevo vigor ideologías y actitudes de desprecio del débil y de ridiculización de la solidaridad, la ética y el espíritu recto (“buenismo”), que están directamente emparentadas con las que convirtieron Europa en una cloaca sangrienta hace ochenta años.

En la Unión Europea hay que coordinarse económicamente, es cierto, pero el asunto se utiliza para imponer más austeridad y recorte en nombre de la “competitividad”. El planteamiento está manifiestamente errado, y en especial para los países más débiles de la zona euro a los que la receta asfixia aun más. Y eh aquí que toda una legión de tecnócratas y servidores mediáticos repiten como loritos lo de “hacer los deberes”, “no somos competitivos” porque tenemos demasiados derechos, somos “poco flexibles”, trabajamos poco y nos jubilamos demasiado pronto teniendo en cuenta la “evolución demográfica”… La crisis no es sólo un asunto de bancos, es del sistema, todo él, incluido su aparato de propaganda, disciplinado y mendaz. Alemania, el país que está liderando esta vía a ninguna parte en la Unión Europea es presentada como modelo de virtud y razón por toda esa legión. “Ello crecen porque hicieron los deberes antes”, dicen, sin entender nada. Los propios políticos, presionados por una apisonadora que les priva de toda soberanía, aplauden una política directamente adversa al “interés nacional” de país. Estupidez y masoquismo.

Es el atraco perfecto: con el aplauso de gran parte de las víctimas, mientras otra gran parte duerme el dulce sueño de la telebasura que le brinda el entretenimiento. Hasta los que son conscientes de la situación, se niegan a tomar la palabra. Cuando la necesidad de un enérgico y general rechazo se está haciendo imperativa.

martes, 8 de febrero de 2011

Africa concentra los debates de la crisis mundial.



Es un dato de la realidad que África concentra en estas horas los debates sobre la coyuntura de la crisis de la economía mundial. Es un hecho la crisis egipcia, y la de los países vecinos del norte del continente africano y del medio oriente, junto a los temas y los desafíos que propone la reunión del Foro Social Mundial (FSM) en Dakar, entre el 6 y el 11 de febrero. (1)

Lo que está en discusión en ambos casos, en la crisis egipcia y la de sus vecinos, y en el debate del FSM, es el proceso de alternativas y emancipaciones. ¿Qué rumbo? ¿Hacia dónde se orientan los acontecimientos? ¿Qué futuro para el orden local, regional y mundial?


Está mencionado el problema en plural (alternativas y emancipaciones) ante la ausencia de una sola mirada de superación sobre la crisis de la economía mundial, de los problemas específicos de cada país o región, tanto como por una pluralidad de enfoques de los diferentes actores sociales y políticos, de los movimientos y sujetos que actúan en la coyuntura, que son millones movilizados en Egipto para desplazar al dictatorial y corrupto gobierno de Mubarak, y unas cuantas decenas de miles en Senegal (en representación también de millones), en el cónclave mundial de los movimientos sociales que pugnan contra la globalización capitalista y por otro mundo posible. ¿Qué futuro para esas luchas y discusiones concretas de estos días?


Por eso, Estados Unidos y la comunidad internacional del poder intenta cambios en Egipto sin ruptura de lo esencial, la funcionalidad de la región a la acumulación capitalista. Así, resulta imprescindible para los pueblos la discusión asociada a las motivaciones y prácticas sociales para considerar nuevos modelos productivos y de desarrollo; necesidad agigantada por la continuidad y profundidad de la crisis de la economía mundial y el territorio del debate y el conflicto actual, el sur del mundo.


El empobrecimiento es resultado del capitalismo


La continuidad de los efectos regresivos de la crisis mundial, medidos en desempleo y miseria se asocia a lo concreto del empobrecimiento de la mayoría de la población africana, continente que concentra el 20% del territorio mundial, un 16% de la población global, más de 1.200 millones de habitantes, y lidera todas las estadísticas de empobrecimiento en el ámbito mundial, siendo una tierra promisoria en recursos naturales o bienes comunes. En el Informe de Desarrollo Humano 2010 del Proyecto Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD se puede observar como las pérdidas en el desarrollo humano debido a la desigualdad son más altas en África Subsahariana, Asia Meridional y los Estados Árabes. (2


El oro, los diamantes, el petróleo y la minería concentran el interés de un territorio escasamente explotado, donde el atraso se vincula a la explotación de materias primas en condiciones infrahumanas de sus trabajadores y una dependencia de las inversiones del capital transnacional. El resultado en materia de división internacional del trabajo es conocido por el balance comercial, de especialización primaria en las exportaciones e importador de bienes industriales ante un escaso desarrollo industrial propio, además, concentrado entre los principales países donde hoy el conflicto es visible. No muy distinto de lo que ocurre en los países del sur del mundo y que se manifiesta como modelo extractivo o concentrado en la explotación de recursos primarios en la región latinoamericana.


Las transnacionales buscan superar sus problemas de rentabilidad, con mayor explotación de la fuerza de trabajo y de los recursos naturales, sean en la zona del Amazonas, en la Cordillera de los Andes, en el territorio africano, o en cualquier lugar del planeta que le provea los elementos imprescindibles para el proceso de trabajo.


La información que hoy se procesa sobre el conflicto en los países africanos se asocia a las reivindicaciones democráticas y la presencia de regímenes dictatoriales, mucho menos a las discusiones económicas de un orden socioeconómico funcional a las necesidades del capital transnacional y el poder económico mundial. Por ello resulta interesante que el FSM vuelva al territorio africano. Antes, en el 2007 en Nairobi, y ahora en Dakar, Senegal.


Más de 45.000 personas de todo el mundo se reúnen para considerar el presente y pensar críticamente el futuro. Entre los presentes en el cónclave destacan los presidentes de Guinea (África al Sur del Sahara), Alpha Condé, y el de Bolivia, Evo Morales. Este será el onceno FSM, siendo muy distinta la realidad del 2001 cuando la saga se inauguró en Porto Alegre. La situación de ascenso neoliberal que marcaba el cambio de siglo, del XX al XXI, contrasta con el desconcierto que provoca la crisis mundial. Es cierto que se agigantan las presiones de liberalización de la economía mundial, tal como revelan las conclusiones de la reunión de Davos la semana pasada, al mismo tiempo que coloca en discusión “el qué hacer” de los pueblos.


Es que las resistencias a la globalización capitalista generaron una nueva situación, especialmente en la América Latina, con renovación de la lucha por el socialismo en Cuba y nuevas significaciones en la lucha por el socialismo, que emergen de los procesos venezolanos y bolivianos. A ello se suma una diversidad de procesos difíciles de sintetizar, donde el debate no termina de sustentarse en términos anticapitalistas, para situarse como mucho en una perspectiva discursiva anti neoliberal. Es un rumbo que no termina de generar las rupturas necesarias con la institucionalidad generada en los 80´ y 90´. El ex Presidente de Chile Ricardo Lagos sugiere que “Lula se encontró con una estrategia impulsada por su antecesor –Fernando Henrique Cardoso- quien, ya como ministro de Hacienda introdujo el Plan Real hace veinte años…” (3 Más allá de la intencionalidad política de Lagos por indiferenciar diferentes momentos del desarrollo histórico del Brasil, lo cierto es la continuidad de una institucionalidad gestada bajo hegemonía neoliberal.


Un debate central en el seno del FSM se concentra en la efectividad de la lucha política del movimiento global contra el capitalismo. Una parte de la conducción del movimiento ha sido efectiva hasta ahora para limitar la capacidad de articulación de una iniciativa política compartida. En ese sentido se valora el intercambio y la horizontalidad de unas relaciones mutuas entre los participantes. En aras de esa concepción de aprendizaje y experiencias a compartir, se resigna la posibilidad de acción colectiva para transformar la agresiva campaña del capital transnacional contra los trabajadores y los pueblos del mundo. El empobrecimiento genera experiencias de desarrollo alternativas y procesos de emancipaciones, que deben articularse para una acción común. El intercambio es insuficiente. (4


¿Qué hacer con la hipoteca del endeudamiento externo?


Pese a los programas de disminución de la deuda africana, de sus países más empobrecidos, la carga de intereses y capital ahoga toda perspectiva de superación del empobrecimiento africano. La discusión sobre la deuda concentra buena parte de las discusiones en Dakar. Los ejemplos latinoamericanos serán de especial consideración, especialmente el caso de la auditoria ecuatoriana que devino en la anulación de una parte de las deudas de ese país. El caso de la negociación de la deuda argentina merece también consideración, tanto por el largo proceso de cesación de pagos (que favoreció la posibilidad al crecimiento económico), como por la quita realizada oportunamente, en 2005 y recientemente en 2010. Claro que pese a los ejemplos mencionados, la cuestión de la deuda subsiste y se convierte en un instrumento de chantaje y condicionamiento de las políticas locales. La mayoría de los países del sur del mundo registran disminuciones relativas del stock de deuda sobre el PIB, en el mismo momento que ocurre lo contrario entre los países capitalistas desarrollados. (5) Todo indica que el costo de esa situación es y será crecientemente transferido a los países del sur del mundo, elevando la exigencia por argumentar sobre el carácter ilegitimo e ilegal de unas deudas largamente pagadas por los pueblos y que deben ser anuladas.


El endeudamiento está asociado a los instrumentos de disciplinamiento del poder mundial y por eso en el FSM se discutirá qué hacer ante los organismos internacionales, revitalizados por el G20 en la coyuntura de crisis. Más específicamente se analiza el tema del CIADI, destacando la política boliviana de denuncia del vínculo de ese país con un ámbito del poder mundial para canalizar las demandas de las transnacionales sobre los países soberanos. En rigor, no solo se trata de discutir al FMI, al Banco Mundial, al CIADI u otros ámbitos del poder mundial, sino de avanzar en perspectivas alternativas, caso de la necesaria nueva arquitectura financiera a escala global, donde el Banco del Sur u otras iniciativas adquieren relevancia, tanto como el debate que habilita la crisis sobre el fin de la hegemonía del dólar y la necesidad de analizar soberanamente, nacional y regionalmente los instrumentos de intercambio validados internacionalmente. Ello supone desde la implementación de tributos globales contra la especulación, la circulación de capitales; la eliminación de los paraísos fiscales; y el establecimiento de nuevas relaciones monetarias contra el imperio del dólar o la guerra actual propiciada por las monedas hegemónicas.


Egipto, su rebelión popular en el norte de África y el debate en el FSM, atraviesan todas las discusiones y reflexiones en torno al momento, del cruce de la crisis y las posibilidades de transformación social y económica. Es un debate que se proyecta sobre la distribución del ingreso y la riqueza socialmente generada, contra la desigualdad y por resolver históricamente el desbalance de las posibilidades del desarrollo económico contemporáneo y las concretas condiciones de vida denunciada por la FAO, donde 1.020 millones de personas del planeta sufren hambre. La discusión es por la democratización de la vida cotidiana y el orden social vigente en crisis, del capitalismo en crisis. Ello supone discutir qué hacer con los recursos naturales o bienes comunes. ¿Qué hacer con el agua y la tierra? ¿Quién los explota y cómo? ¿En beneficio de quién o de quiénes? ¿Cómo se sustenta la vida de las personas, las especies, para hoy y para el futuro? ¿Qué posibilidad de cooperación, integración y articulación de los pueblos del mundo para atender la realidad de crisis y empobrecimiento?


La soberanía está en discusión. La soberanía alimentaria, energética o financiera. La capacidad de establecer un orden diferente al de la explotación que hoy vive una de sus crisis y que desafía a los trabajadores y pueblos del mundo a construir una nueva realidad, que al decir del FSM se manifiesta como el objetivo de “otro mundo posible”.


Notas:
1) http://www.forumsocialmundial.org.br
2) Ver figura 5.2, consultado el 6 de febrero de 2011, en: http://hdr.undp.org/es/informes/mundial/idh2010/resumen/desigualdad/
3) Ricardo Lagos. Lula, el obrero que construyó el país. Clarín domingo 6 de febrero de 2011, página 32.
4) Emir Sader. El próximo Foro Mundial y los eventos de Egipto. Página 12 del Domingo 6 de febrero de 2011. Consultado el 6-02-11 en: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-161833-2011-02-06.html
5) Amplia información en el sitio del Banco Mundial: http://datos.bancomundial.org/

jueves, 3 de febrero de 2011

Islandia: El exito de no rescatar a la banca con dinero de los contribuyentes.



Irlanda e Islandia. Dos modelos para afrontar la crisis financiera que sacude al mundo desde 2008. Y una vez vista la situación de ambos países, parece que la opción islandesa, no salvar a la banca ni proteger a sus acreedores, está dando mejores frutos que la irlandesa. Ahora España intenta salvar a su sistema financiero con un plan más similar al de Irlanda que al de Islandia.

La situación en octubre de 2008 de Islandia era de auténtico pánico financiero. Pero el Gobierno, en vez de inyectar miles de millones en unos bancos cuyos activos se habían disparado hasta ser 11 veces el PIB del país, decidió que suspendieran pagos.

La reacción fue brutal. En noviembre de ese mismo año, la corona islandesa ya había perdido un 58% de su valor, la inflación se disparó hasta el 19% en enero de 2009 y ese mismo año la economía se contrajo un 7%. El primer ministro, Geir Haarde fue obligado a dimitir en enero de 2009 y ahora se enfrenta a los tribunales.

Sin embargo, tras dos años de duro ajuste que incluyeron la intervención del FMI, la economía islandesa, que ya salió de la recesión en el tercer trimestre (creció un 1,2% tras siete trimestres consecutivos de contracción), podría crecer un 3% este año. El país planea volver a los mercados de capital e incluso emitir en euros, algo que no hacía desde el año 2006, una muestra de la confianza recuperada en la economía y las finanzas del pequeño país nórdico.

Irlanda, el peor modelo
"Islandia hizo lo correcto asegurando que su sistema de pagos continuará funcionando mientras que los acreedores, no el contribuyente, asumió las pérdidas de los bancos", explicó a Bloomberg el premio Nobel de Economía profesor de Columbia Joseph Stiglitz. "Por el contrario, Irlanda ha hecho todas las cosas mal. Es probablemente el peor modelo".

Irlanda decidió garantizar todas las deudas de sus bancos cuando comenzaron sus problemas y ha estado inyectando capital desde entonces para intentar mantenerlos a flote. Pero el agujero bancario se ha llevado por delante las finanzas públicas del país, que tuvo que aceptar un rescate de la Unión Europea y el FMI el pasado mes de diciembre.

Si bien es cierto que el tamaño de los bancos irlandeses (10 veces mayor que el de los islandeses) suponía una amenaza mucho mayor para el sistema financiero europeo en su conjunto y también es cierto que Irlanda no podía devaluar su moneda como hizo Islandia, el Gobierno irlandés podría haber seguido el camino de Islandia.

Al menos eso opina Adriaan van der Knaap, de UBS, que en declaraciones a la agencia estadounidense aseguró que "ello no habría enfadado al sistema financiero. Incluso los bancos irlandeses no son demasiados grandes para caer". Van der Kaamp ha sido asesor de Islandia en el proceso de transformación de sus tres mayores bancos.

La opción islandesa: reestructurar la deuda de la banca y proteger al contribuyente
En octubre de 2008, el parlamento islandés aprobó una ley por la cual decidió dividir los activos y las obligaciones de sus tres mayores bancos, Kaupthing, Landsbanki y Glitnir, en función de su origen, entre nacionales y extranjeros.

Por un lado, se crearon tres nuevos bancos que recibieron los depósitos y los créditos de compañías y consumidores islandeses, mientras que por otro se crearon comités para liquidar lo que quedaba en los antiguos bancos: los préstamos y las deudas foráneas que alimentaron la burbuja del país entre 2000 y 2008. El nivel de crecimiento del sector financiero hizo que las tres entidades llegaran a ser las tres mayores empresas del país y sus sedes los mayores edificios de Reykjavik, la capital del país.

Una vez nacionalizados los bancos, el Gobierno decidió negociar con los acreedores, prácticamente todos extranjeros, y que incluían fondos de inversión y hedge funds, así como otros bancos europeos. Una reestructuración de la deuda en la que el contribuyente no tuvo que poner dinero.

Los acreedores ahora controlan el 87% de Arion, el sustituto de Kaupthing, y el 95% de Islandsbanki, lo que era el banco Glitnir. Bloomberg calcula que los acreedores de estos bancos han asumido una quita del 70% en la deuda, según las valoraciones de los bancos. La mitad de los acreedores de Kaupthing son alemanes que tenían depósitos con cuentas a través de Internet, que han logrado recuperar el principal y que ahora esperan los intereses.

Acuerdo con los acreedores
Los acreedores de Landsbanki, sin embargo, sólo han obtenido un compromiso de obtener una participación en NBI, el banco sucesor. Gran parte sus acreedores eran depositantes del Reino Unido y Holanda, e Islandia ha llegado a un acuerdo para devolverles su dinero en 35 años con un interés del 3%.

Ahora, los tres nuevos bancos, sucesores de los gigantes que llevaron al país a la ruina, registraron un beneficio de 309 millones de dólares hasta septiembre del año pasado. El país, además de volver a crecer, tiene un inflación controlada, el 1,8% y los CDS (seguros contra el impago de la deuda soberana) han caído un 80%. De hecho, el mercado apuesta mucho más por un impago de Irlanda, Portugal, España o Italia antes que por uno islandés.

Arni Pall Arnason, el ministro de Asuntos Económicos de Islandia, asegura ahora que la decisión de que los acreedores asumieran pérdidas ha salvado el futuro del país. "Si hubiéramos garantizado todas las obligaciones de los bancos, estaríamos en la mismo situación que Irlanda", declaró a Bloomberg.